Los beneficios de tener buenos conductores en nuestra empresa son muchos:
Por un lado, un conductor seguro tiene menos accidentes, lo que reduce los daños y perdidas personales tanto del trabajador como de todos los implicados en el accidente y los costes derivados de los accidente (reparaciones, bajas laborales, indemnizaciones, etc.).
Por otro lado, un conductor eficiente logra realizar los desplazamiento con los mínimos recursos posibles, por tanto, es mucho más rentable: reduciendo el consumo de combustible, frenos, ruedas, etc., así como evitando averías y desgastes innecesarios. Además es un conductor menos contaminante.
Y la mejor forma de tener buenos conductores es mediante la formación, formación que además se nos exige con las nuevas normativas sobre Prevención de Riesgos Laborales, en las que se incluyen los desplazamientos in itinere (de casa al trabajo y del trabajo a casa).
En consecuencia hemos enfocado estos cursos, en tres niveles distintos y progresivos, a dotar a los conductores de las técnicas necesarias para realizar cualquier desplazamientos de la forma más eficiente, más segura, y cumpliendo con las normativas vigentes sobre PRL. Todo ello mediante clases teóricas, pruebas que simulan situaciones reales en pista y salidas a carretera en ruta.