Evaluación de la conducción en situación de tráfico real, para identificar los problemas y riesgos derivados de las aptitudes y actitudes del alumno (seguridad, eficiencia, postura de conducción, etc.).
En el informe final, se establecen prioridades que permitan mejorar y profesionalizar a los conductores. Ya sea adaptando un solo curso o creando un plan específico de formación a 3 o 5 años.